Me ha encantado...
El local es como una cueva, de ahí su nombre. Tiene tres pisos. La barra con unas pocas mesas en el primero y en los otros dos un par de comedores muy agradables.
La comida esta muy bien, hemos pedido unos huevos rotos, buenísimos, para compartir y una hamburguesa con queso brie y cebolla caramelizada. Perfecto de precio, 16€ por persona y con botella de vino.