tapas y tintos para todos los gustos
Hemos estado este finde por Valladolid y La Cárcava ha sido una de las paradas obligadas. Es de esos sitios a los que uno entra en invierno con una sonrisa de par en par. Y es que después de dar un paseito por el centro a 0º y una brisita que corta la cara, La Cárcava es una opción de lo más cálida y agradable.
Una vez que pides unos vinos y unas tapas, la cosa no hace más que mejorar. Tostas (en madrid le llamamos tostas) de todos los gustos y colores. Eso sí, bastante más elaboradas que en la mayor parte de bares de Madrid. Eso unido a una buena botella de Ribera del Duero y unos buenos compañeros de viaje hacen de Valladolid un sitio mejor de lo que uno espera. Yo pedí un buen doble y la verdad es que me sentó excelente, temperatura perfecta y sabor 5 estrellas... Importante, nada más salir por la puerta, giras tu cabecita hacia la izquierda y te das de bruces con la catedral, perfectamente iluminada para la ocasión.