El
Personalmente, el restaurante con más encanto de Gran Canaria. Está situado en la caldera de Bandama, uno de los atractivos turísticos más importantes de la isla. Al llegar al restaurante, lo primero que te llama la atención es la maravillosa vista que tiene: una gran cristalera permite observar la totalidad de la ciudad Las Palmas de Gran Canaria hasta Telde, una preciosa estampa con el mar de fondo.
El personal es sumamente atento, muy pendientes del cliente pero sin llegar a agobiar. Con respecto a la carta, pedimos los siguiente: croquetas de ibérico (mmmm! deliciosas...); tacos de cherne con mojo verde (pruébalo aunque no te guste el pescado, tiernísimo); cochinillo (el mejor que he probado jamás); cordero (muy bueno, pero me quedo con el de mi madre ;) ) y de postre unos polvitos uruguayos (muy buenos también). Para beber pedimos un malvasía blanco, que no me acuerdo de la bodega, pero nos encantó.