La primera vez que visitamos Jerez...
La primera vez que visitamos Jerez estábamos a mediodía en el Puente Nuevo, tras pasar por todos los miradores de Tajo. Como era la hora de almorzar decidimos hacerlo en sus cercanías, eligiendo este restaurante por una razón sencilla, su nombre. Salimos de la Plaza de Espaka por una bocacalles que conducía al aparcamiento al aire libre junto a la Plaza de Toros donde habíamos dejado el coche y nos gustó este sitio.
Nos apalancamos en la terraza que tenían en la bocacalles, aunque al pagar entramos y contemplamos la belleza del restaurante. Esta decorado con mucho gusto, evocando el romanticismo de otras épocas y recurriendo exteriormente a la típica bicromía sevillana. Su fachada principal da al propio aparcamiento, justo detrás del quiosco de la oficinal municipal de turismo.