ANADEL
Un lujo que hay que darse aunque sea recién levantado.
Es un hotel con una magia especial, se nota desde que llegas a el, y es que el diseño y el buen gusto, además de la tranquilidad más absoluta, son sus señas de identidad.
Abajo junto a la piscina está el cubo rectangular que alberga un bonito lounge y el restaurante.
Hay un menú algo corto a precio fijo, pero merece la pena reseñar los platos calientes que puedes pedir en el desayuno.
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