Isabel de la Granja
Café literario de la Budapest de oro
Precioso restaurante-bar con una clientela local de gente joven y guapetona, que llenan las mesas de la terraza enfundados en mantas verde de Ikea, que el local pone a disposición de los clientes.
Con un encanto histórico reforzado por el mobiliario, la iluminación de las mesas con velas y candelabros, el piano de pared, el mural fotográfico en blanco y negro que muestra el local como era en su apertura en 1911, cuando erafrecuentado por famosos escritores y periodistas húngaros
como Karinthy, Móricz y Kosztolányi.
La carta no es muy extensa, con algunas sopas (el gulash fabuloso),entrantes (paté de berenjena y crudités) y ensaladas tipo continental, algunas recetas de carne y pescado.
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