Restaurante Fogar do Santiso

No es la mejor foto, lo sé, pero para mi es especial.
He ido a este pintoresco y rural restaurante desde que soy un crío y aún sigo encontrando cosas nuevas y rincones donde nunca me había fijado.
Mis padres establecieron amistad con el dueño del restaurante hace ya unos cuantos años. Yo de aquella era muy pequeño y apenas tengo recuerdos del sitio, aunque los que tengo son buenos, muy buenos. Recuerdo que iba con bicicleta en mano, ya que no podía ir montado en ella a causa de toda la gente que había ese día, cruzando un pequeño puente que sorteaba un riachuelo que dividía la terraza en dos. Cuando ya iba por la mitad tropecé con una señora que hizo que me desequilibrase y caí al vacío. Sería apenas un metro y poco de caída pero a mí me resultó eterno. Gracias a mi aparatoso accidente ahora otro niño podrá pasar con su bicicleta aunque el puente esté repleto de gente, pusieron una valla.

Nos han hecho un tour por todas las estancias del restaurante probando toda la gastronomía. A destacar que todos los productos son ecológicos. Los camareros han sido súper majos y nos han tratado genial, en ningún momento nos ha faltado de nada. Al final de la noche, han pronunciado un conjuro antes de servir la queimada.

O Fogar do Santiso está en Trasellas, parroquia de Luou (Teo) a unos 10 km de Santiago. Es un restaurante con zonas para comer dentro o fuera, a mi me gusta más comer fuera si el tiempo lo permite pero dentro también se está muy bien. Es un lugar antiguo (rústico) con mesas y bancos de madera artesanales, tejados viejos de tejas y alguna que otra tela de araña. La atención es muy buena, llegas y te sientas, más o menos donde quieres, y enseguida vienen a tomar nota. Hay mucha gente en ocasiones pero las comandas las atienden rápido puesto que utilizan una PDA que envía los pedidos a cocina. La comida es buena, típica, a la brasa y con verduras de la huerta ecológica del Fogar do Santiso.

Restaurante típico "enxebre". Tiene una preciosa zona al aire libre. Ahora sirven comida ecológica y vino q fabrican ellos mismos. Es un restaurante precioso para ir a cenar por la noche.

Comida ecológica, y un local acogedor perdido en medio de la nada, con mil rincones que valorar. La comida deliciosa ya que la producen ellos mismos, muchísima cantidad y un trato increíble. A recomendar las costillas y la tortilla de patata. Muy apreciable el hecho de que todo el local y sus empleados/dueños se vuelquen con el cuidado del planeta, así como la buena atención y cercanía que se recibe. Increíble!!!

Sitio precioso para quien le gusté lo rústico. Se come bastante bien. Sin lujos y a lo bruto.

Me lo recomendaron y la verdad me decepciono bastante.
La relación calidad-precio es desmesurada, platos que no valen ni la mitad de lo que te cobran y aún encima te venden la comida por Ecológica y parte de ella no es Ecológica.
Nada recomendable.

La tempura de verduras es espectacular. La tortilla una pasada. Lo que no me gusta es el churrasco.

Lo demás está todo buenísimo. Como los postres son una delicia.

Ya hemos ido varias veces y seguiremos repitiendo siempre que volvamos a Galicia. Lugar y comida ecológica. Todo apunta muy buen precio. La tortilla de patatas está increíblemente rica.