Angel el dueño es encantador... atento y amable. Incluso se pone en la piel del cliente y de como le gustaría que le atendieran a él.
Angel el dueño es encantador... atento y amable. Incluso se pone en la piel del cliente y de como le gustaría que le atendieran a él.
Tiene unas jornadas en verano para celiacos y carta para ellos.
La comida buenísima. El local muy acogedor y grande...
En las mesas tienen escanciadores de sidra eléctricos que están muy divertidos... y tiene chimenea.
Lo recomiendo sin duda.