Buscaba un sitio "diferente" en Burgos, algo que fuera más allá de la típica tapa y de los platos típicos. Di con este sitio que me gustó mucho: muy buen producto, texturas, sabores.
Platos sorprendentes utilizando productos de temporada y típicos de la zona, como la morcilla y el cordero. Realmente sorprendente y recomendable.
Como suelo decir en estos casos: "volveré".
Un restaurante donde los primordial son cuidar los detalles, ofrecen el mejor ambiente donde degustar la mas exquisita cocina de temporada. Platos innovadores que merecen que se encuentre en un entorno relajado y acorde con su búsqueda de encontrar sitios originales. Recomendación: el 24 de la Paloma, no se arrepentirá de la experiencia. Ofrece una de las bodegas más extensas de Castilla y León.
Desde mi punto de vista es uno de los mejores restaurantes de Burgos sino te importa el dinero. Recomiendo el menú castellano que esté por unos 25 euros.
Me gusta, céntrico y todo muy rico.