Excelente comida con una atención perfecta
Disiento totalmente con el que dijo que este lugar tenía estilo de bar cutre. Sencillo, esa es la palabra que lo definiría mejor, sencillo si te sientas en la barra y sofisticado si entras al local.
La verdad es que siempre quise comer en el Bulli, pero nunca llegué, amén de ello recorriendo el Raval encontramos por casualidad este restaurante. Entramos y como no teníamos reserva tuvimos que esperar por una hora, sin darle mucha importancia pues en todo momento nos atendieron, y mientras esperábamos nos preguntaron qué nos gustaría comer, y como no sabíamos por donde empezar el chico nos ofreció un menú tipo degustación (que debo decir, fue la mejor elección).