ANADEL
Original propuesta
Sería conveniente llamar antes de ir, el lugar es recóndito, no está siempre abierto y hay muy pocas mesas.
En pleno invierno quiero decir, la puerta permaneció cerrada durante los tres días en que estuvimos alojados. Como llegó la tercera noche una amplia familia al hotel, nos decidimos a reservar mesa, ya que abrir el comedor para dos no nos parecía adecuado.
El menú se sale de lo habitual de la zona, ni hay migas ni ternasco, pero si comida rápida con un punto de sofisticación y buen hacer.
El cocinero viene de Salamanca, y lleva solo desde agosto de 2013 haciéndose cargo de este hotel acogedor aunque le faltan grados de calidez (calentar aquello debe valer una pasta y éramos pocos).
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