Diana Patricia Montemayor Flores
Un lugar pequeño, a media cuadra del malecón
Este fue el primer sitio al que llegamos a comer una vez que pisamos la isla; nos lo recomendó uno de los empleados de nuestro hotel por estar cerca.
Es un lugar pequeño, a media cuadra del malecón, así que nos fuimos inmediatamente.
Sobra decir la amabilidad y calidez de los Propietarios, que son los que atienden el restaurante, fue más que satisfactoria.
Pedimos, claro esta, platos mexicanos, yo chiles rellenos de queso, y mi amiga unas puntas de filete en salsa.
Delicioso y súper buen precio.
+5