Alto en el camino.
Una parada en el camino cuando el sol aprieta y la ruta comienza a hacerse cansada, ayuda a coger fuerzas. Ya sea si vienes en coche por la carretera secundaria CM-200 que atraviesa el pueblo o si estás haciendo una visita andando, el Convento San Francisco es una visita obligada. El patio interior es grande y permite disponer mesas para celebrar cualquier tipo de evento. Su precio es algo elevado, pero no todos los días puedes disfrutar de un lugar como este.