Restaurante Café Royalty

Pasar un rato distraido y agradable contemplando la decoración mientras degustas un sorbete en la Cafeteria Royalty está asegurado, ya que es uno de los pocos lugares con decoración romántica y renacentista de la provincia e inclusive de España.

"Las pinturas son obras de artistas de renombre como Felipe Abarzuza, su exquisita carpintería artesanal y escayolas originales recubiertas de pan de oro fino, junto al mobiliario de las primeras décadas del siglo XX" (Web cafetería).

El ambiente es muy tranquilo, por lo que puedes aprovechar para leer, navegar o simplemente escudriñar los detalles de sus pinturas.

El establecimiento abre sus puertas en el año 1912, conmemorando el centenario de las Cortes de Cádiz de 1812 de la mano del empresario gaditano Gómez Doreé. Se convierte en el café más visitado de la ciudad, frecuentado por intelectuales, políticos de la época, literatos.

Cuando empezó la Guerra Civil se cierra y durante los años cuarenta fue almacén, bazar y estuvo abandonado hasta que en el año 2008 fue comprado por la familia de la Serna Martín y se restaura intentando mantener la decoración original.

Hoy en día sigue teniendo gran popularidad tanto como café como restaurante,

Visitar Restaurante Café Royalty es trasladarse a otra época gracias a su decoración original de principios del siglo XX. Yeserías, dorados, espejos y frescos decoran este restaurante al estilo de los grandes cafés europeos. Es el espacio ideal para celebrar un almuerzo o cena gracias a sus platos elaborados con las mejores materias primas de la zona. Atún de almadraba, carne de retinto o pescado fresco de la Bahía son algunos de nuestros platos más famosos.

Inspirado en un tipo de palacio y con decoración antigua. Las tazas, por supuesto, van a juego. Sólo tomé un café pero creo que se come muy bien y también tienen tartas y dulces para acompañar.

Si vais debéis probar la tarrina de pulpo la gallega. No tiene comparación el pulpo de deshace en la boca rico rico.

Imprescindible probar los picatostes artesanos. Receta recuperada. Para chupar se los dedos.