Txema León
Llegamos al Bar Tarantino bajo fuertes...
Llegamos al Bar Tarantino bajo fuertes vientos y una lluvia que nos había amargado el viaje. Fue el curioso nombre que tenía lo que me hizo pensar en comer ahí en lugar de un chino.
Al entrar me sorprendió encontrar el típico bar español, de viejos, con su barra y sus sillas negras. La camarera era una mujer china de unos 50 años.
Al sentarnos salió el chef a tomarnos nota. Nos indicó que podíamos pedir lo que quisiesemos, nos dió una lista de precios y luego nos dijo que podíamos pedir platos combinados. Pedimos Huevos con patatas fritas y Bacon, y sin problema. Se metió a la cocina y en unos 10 minutos teníamos nuestra comida en la mesa. La verdad, muy muy bueno y muy apetitoso con la que estaba cayendo fuera.
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