Restaurante Asador Lezika

Menudo regalo me hicieron mis amigas después de la visita guiada al Bosque de Oma y de la increíble ruta que hicimos por la localidad y valle de mismo nombre;-)

El Asador Lezika es lo que esperas visitar cuando vas al País Vasco, un caserío donde comer buenos platos en un entorno natural y de belleza. Además si vienes por aquí después de visitar Oma es como el colofón al impacto que causa esta zona y que como postre, te regalan en este lugar!. A veces está bien dejarse llevar por las amigas y sobre todo si son de Bilbao ;-).

Eso si, obligatorio reservar!, nosotras lo hicimos antes de comenzar la ruta y conseguimos una mesa de milagro!. Con una suculenta y exquisita carta, buenísimos vinos y perfecta atención se ha convertido en uno de los mejores sitios donde he estado últimamente, gastronómicamente hablando.

Fuimos al bosque encantado de Oma, y al salir decidimos comer en este restaurante. Fue una gran elección, cocina tradicional vasca, unas alubias exquisitas y de precio genial.
El entorno es de cuento, se alza a los pies del monte San Miguel de Ereñozar, y está construido en piedra caliza y madera de roble, junto a un parque.
Esta situado en medio justo para llegar al bosque, a las cuevas de Santimamiñe, y a la Fundación Maiztegui.

Pedimos un chuleton de 1 kg y una botella de Rioja crianza. Acompañando a la carne venía pimiento rojo asado, patatas fritas y pan chapata.
Todo buenísimo.
Nos dieron una mesa redonda en un rincón, junto a los ventanales que dan al puerto. Un gustazo!!
Total 2 personas con una caña incluída, 30 euros.
Lo recomiendo, pero ojito si tiras de la carta porque barato no es.

Realmente no puedo decir de la comida de la carta del Restaurante, pero llegamos a media tarde tras un paseo que se alargó por el bosque de Oma y optamos por pedir unos bocadillos en la barra del Restaurante. En concreto, uno de tortilla (recién hecha, sabrosa) y otro de jamón con queso (espantoso, jamón de ínfima calidad, y por queso, dos bochornosas lonchas de tranchettes, patético en la tierra del Idiazábal). El pan de los bocadillos también era entre malo y peor, y el tamaño, pues de merienda. Pequeños. Pues bien, por esas dos delicias supinas más dos cafés y una caña, nos cobraron 18 euros del vellón.

El Restaurante Asador Lezika es el lugar ideal para comer cuando se visita el bosque de Oma, ya que está al inicio del camino y donde se encuentra el parking. Realizan una cocina vasca excelente. Mejor reservar.

De decoración rústica con jardines y terraza. Al lado de las cuevas de Santimamiñe, el bosque pintado de Ibarrola y del centro de recuperación de animales, Basondo.