Ale Mallado
Pequeño pero gigante!!
Un pequeñito restaurante, con no más de 6 mesas en interior, donde sirven una mezcla de cocinas totalmente maravillosas. Usan muchos productos ecológicos, y lo mismo te sirven un plato de teriyaki que unos huevos rotos ecológicos que tiran de espaldas. Y como me gusta a mi, buenos platos para hartarte, nada de platitos para la foto. También tienen una selección de vinos nada conocidos pero extraordinaria y unas tartas que hacen llorar. El servicio, el trato, estupendo. No os perdáis los panes de sabores, la ensaladilla o las croquetas, que son de otro mundo.