Restaurante Alfileritos 24

El restaurante Alfileritos 24 ha sido una excelente experiencia, y todo un acierto en mi primera visita a Toledo.

Planifiqué mi ruta por Toledo en minube.com. Gracias a todas las experiencias en esta web, descubrí Alfileritos 24 y lo guardé en unos de mis planes.

Tras callejear por Toledo un viernes noche, decidimos ir a cenar al restaurante. Nada mas entrar en el local, nos recibieron con exquisita simpatía y amabilidad por parte de unos de los camareros, lo cual nos transmitió algo especial. Su arquitectura, decoración e iluminación, te hace sentir realmente en un lugar cálido e intimo, tal y como han descrito en diversas experiencias en este rincón.

Ir a Toledo puede ser toda la una experiencia gastronómica. En mi caso, fue una de las mejores experiencias gastronómicas que he vivido. Así de claro.

Por recomendación, fuimos a este local del casco antiguo de la ciudad. Para empezar, ya sólo su estilo es de lo más agradable: parece que estás dentro de una cueva. Mesas bajas con taburetes completan la parte baja del local. Arriba está el salón, aunque nosotros preferimos quedarnos en la taberna.

Había varias opciones donde elegir dentro de la carta, nosotros nos decantamos por las tapas, exactamente las de croquetas cremosas de boletus, rollitos de pato con mango y salsa chile y cañas de berenjena frita con salsa de miel. Bueno, tengo que decir que especialmente las dos primeras tapas estaban exquisitas... las croquetas de boletus eran ufff, estoy deseando volver a Toledo para pedirlas otra vez.

El local se divide en dos zonas: la taberna en el piso inferior y sótano, el restaurante en la planta primera y segunda. Nos decidimos a cenar en el restaurante pues era una cena romántica y queríamos que fuera especial, así fue, muy especial.

La carta muy exquisita, como el trato, nos decidimos por unas medias raciones de: ensalada con queso de cabra sobre endivias acompañada con abundante cecina ibérica y colmada con granizado de tomate, unas croquetas de bogavante y mejillones, palitos de pato con mermelada y chile, hojaldre de foie con manzana caramelizada.

Para acompañar pedimos un vino de la región 'Hacienda Casa del Valle', tipo de uva syrah, costo unos 14 euros y estaba suave y delicioso, aparentemente sin alcohol, aparentemente solo.