ANADEL
Ostería recomendada en el cercano hotel Canal Grande
Donde nos hospedamos, y además bastante concurrida porque no dejó de entrar y salir gente durante toda la noche.
Las comidas empiezan a darse a las 19 horas, y las mesas se doblan varias veces.
Pedimos pizza y pasta para cenar, no podía ser de otro modo.
Lo cierto es que ninguno de los platos estaba para tirar cohetes, ni los espaguetis con tinta de calamar, ni los tallarines con bacon y porcini, lo que estaba de muerte era el postre, mascaspone con amaretto, increíble.
+8