ANADEL
Pedimos uno de sus menús, y nos pusieron en un comedor apartado para darnos intimidad
Había estado en este pequeño hotel rural hace un par de años, y la verdad es que me encantó, así que en este viaje de un grupo de amigos pensé en ir sobre seguro y reservé una mesa para comer.
Hay que decir que los platos son variados y hacen honor al producto local, curiosamente la alcachofa asada, es lo que produjo más elogios.
Unos platos estuvieron mejor que otros, y la tarta de crema catalana puso el colofón, en general bien pero con altibajos.
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