Pintoresco restaurant ubicado en el eix transversal salida 202 en Arbúcies, Girona. Destaca su ambiente familiar y su cocina que combina tradición y sabores de la montaña.
El restaurant se encuentra abierta todo el año desde muy temprano hasta las 24 hs., cuenta con parking, juegos infantiles y un espléndido jardín.
Este domingo paramos a comer en este restaurante por un amigo camionero que nos lo recomendó.
Al llegar allí, nos gustó mucho el sitio, pero sólo fue la primera impresión.
Comparto mucho los anteriores comentarios.
No se lo recomiendo a nadie este sitio.
El personal de servicio tendría que estar en su casa sentado, le harían un favor al restaurante, son sucias y muyyyyyy antipáticos ( especialmente si les hablas en castellano). Te miran con cara de asco y pasando de ti cuando les hablas.
Les pedí en mi espera de 1 hora para comer( eso por lo menos estaba bueno), una cerveza sin alcohol, 4 veces, y ni caso.....y después d todo el rato esperando, me dice q no tiene.
Después de tomar un café fuimos con con unos amigos a dar un paseo por los bosques cercanos al restaurante.
Volvimos aproximadamente a las 18.30h. Soprendetemente nos encontramos con que el parking estaba cerrado y no habia forma de sacar el coche.
Llamamos al dueño varias veces para que nos abriera la puerta - el dueño estaba en la vienda adjunta al restaurante -. De malas formas y groseras nos dijo que no abriria hasta las 8.00h de la mañana siguiente - hay que puntualizar que esa zona no hay hoteles ni ninguna zona donde poder pernoctar -. Como que el vehículo estaba retenido en el parking llamamos al tel.
El domingo día 2 de septiembre fuimos a comer a este restaurante, nada mas entrar, las camareras no es que brillen por su simpatía. Pedimos la comida y se equivocaron, bueno puede pasar, pedimos otros platos porque no había lo que queríamos, 45min de espera para unos macarrones,y encima fríos, no se si la camarera era nueva pero la mesa de al lado también se estaban quejando de la atención de la camarera. Cuando nos íbamos se lo explicamos a la que creo era la encargada de turno, ni caso y ni una disculpa ni por parte de la camarera y la limpieza de los lavabos daba asco.
desde luego no lo
Hoy hemos parado allí a tomar un café, y nos ha sorprendido, el sitio precioso, pero el trato nada recomendable... A parte de la lentitud en general, la dueña echa miradas perdonandote la vida a parte de ser caro, por un agua, dos cafés, un zumo y un bollo casi 9€, no os lo recomiendo en absoluto!
Paramos a tomar un café y tardamos más de 25 minutos en ser atendidos y después 40 más en ser servidos.
El sitio tiene unas vistas muy bonitas pero el servicio es NEFASTO. No volveré ni lo recomendaré.
