viajar a otro mundo
Sigue existiendo un Marruecos auténtico, natural, poco masificado de turismo, donde los valores de la hospitalidad y la acogida se imponene al regataeo y al asalto continuo, lugares que se mantienen colgados en el tiempo y en los que habitan grupos de personas que se empeñan en mantener las tradiciones y culturas del pueblo bereber.
Algunas de esas aldeas se reparten en la vertiente sur del Alto Atlas, a pocos kilómetros de la archifamosa Uarzazate descubrimos y caímos fascinados ante el deslumbrante paisaje de la Reserva Natural de Iguernan. Atrapados por el parón del tiempo, conduciendo el coche de alquiler y dejándonos invadir por el espíritu aventurero que solo se siente en lugares como este, en los que además, a lo largo de unos 80 kilómetros no nos cruzamos con ningún otro coche "occidental" , pero si con burros, niños, gallinas, etc, etc...