Aquí se respira una paz especial
El Claustro del Real Monasterio de Santo Domingo de Guzmán en Caleruega comenzó a construirse en el siglo XIII. Originalmente es de un estilo románico tardío, pero a éste se le fueron añadiendo nuevos elementos a medida que con los años se fue renovando.
Así, hoy en día se conservan restos de las diferentes etapas de su construcción, desde dos ventanales netamente románicos hasta una puerta ojival gótica.
El claustro románico, realizado en sillería y con arcos de medio punto, se completó en el siglo XVIII con un sobreclaustro de ladrillo. Hoy en día ambos aparecen acristalados para proteger a las monjas que habitan en su interior de los rigores del frío invierno.