María José Jiménez Domínguez
Precioso en primavera, espectaculares las cárcavas al atardecer
El paseo por el balneario, la visita a las casas cuevas de la zona, los dólmenes, y lo mejor de todo la compañía de Dulce y Manolo del Centro de Interpretación Troglodita, las casas cuevas donde nos alojamos. Super instructivos todos sus comentarios, da gusto como explican todo lo concerniente a la zona, botánica, historia, morfología del terreno, costumbres; magníficos sus talleres, el complejo es muy particular, bien cuidado y cómodo, precioso, merece la pena alojarse allí.
En resumen, vinimos todos encantados con la zona, repetiremos hay muchas más cosas que ver.