Un puerto con mucho encanto
Se puede llegar a este puerto de varias formas pero nosotros elegimos el barco desde Santa Margarita.
El barco es cómodo y no se tarda demasiado en llegar, además de que se puede aprovechar el trayecto para ver el resto de la costa de la zona que está llena de verde vegetación.
El pueblo es pequeño pero a pesar de eso tiene un montón de rinconcitos, una bonita plaza, el puertecito lleno de las típicas casas italianas con muchos colores. Nuestro guía nos contó que el motivo por el cual cada casita estaba pintada de un color diferente y muy vistosos era porque los pescadores pasaban grandes temporadas fuera de casa y al volver, al estar pintadas de colores llamativos y todos diferentes, podían distinguir su propia casa fácilmente desde lejos. A demás de muy útil le da un encanto especial al pueblo.