De las más emotivas de la Semana Santa madrileña
La Procesión de la Soledad es tradicionalmente la procesión final y más emotiva de la Semana Santa madrileña. Es la única procesión del Sábado Santo y es famosa en la región por dar lugar al momento más esperado de las festividades en la capital: el encuentro de la Virgen de la Soledad con el Cristo Yacente. Una reunión trágica y hermosa de madre e hijo en la histórica Plaza de la Villa.
Si sólo vas a ver un momento de la Semana Santa madrileña, debería ser este. La reunión atrae a cientos y cientos de espectadores y los aplausos y gritos de la multitud aumentan el peso emocional de la escena. Eso sí, asegúrate de llegar muy temprano para obtener un buen lugar, si no te encontrarás atrapado detrás de una muralla de agresivas abuelas madrileñas más impenetrables que la Alhambra. Además, asegúrate de acercarte a la Plaza de la Vila desde la Calle Mayor, ya que las calles pequeñas de detrás de la plaza suelen estar cortadas debido a las procesiones.