La abadía en la isla de un lago
Llegamos al embarcadero del Puerto de Menteith, en el lago con el mismo nombre, esperando la pequeña embarcación que nos llevaría a la idílica isla de Inchmahome, donde en el siglo XIII el conde de Menteith fundó este priorato para la orden de los Agustinos.
Una vez embarcados, tras unos 7 minutos vislumbramos los restos de esta abadía, escondidos entre la verde maleza, una autentica maravilla, que aun conserva la mayoría de su estructura en buenas condiciones, lo que nos permite imaginar la vida monástica en tiempos pasados. Lo más curioso, debido sin duda al día que nos tocó (15 º C y soleado), era la gran cantidad de gente que se había desplazado allí (y que sin duda lo habían hecho antes) para hacer pic-nic en medio de la abadía, principalmente sobre la hierba que antaño conformó el claustro.