El viaje en tren ha sido un acierto,...
El viaje en tren ha sido un acierto, habría sido perfecto si además hubiese funcionado el aire acondicionado y el vagón no se hubiese convertido en una jaula de mofetas, pero el mundo a parte de moverse, es imprevisible, es lo que le da encanto.Nunca había estado en Praga, era un viaje pendiente como tantos otros, no esperaba mucho, es mejor así, no me gustán las depecciones, el resultado ha sido asombroso, la ciudad es increíblemente bella, el centro histórico es un enorme pastel de chocolate caliente con nata montada, se come con ansia,con lujuría, a cucharadas, hasta rebañar el plato, es una delicia para los ojos, todo es bonito, todo tiene encanto, todo tiene una historía creada o por crear, a la orilla del río, en un pequeño saliente de arena de playa, me tumbé a tomar el sol y fotografié la ciudad eternamente vestida de princesa, el río salpicado de barquitos de pedales con turistas en bikini...