Potes

Potes es una ciudad magnífica, con un encanto tan especial que recorres sus calles casi sin darte cuenta, torciendo ahora a la izquierda, ahora a la derecha... Descendiendo hasta el río, bajo sus puentes, descansando un rato bajo la proximidad de las aguas cristalinas, buscando un lugar donde comer bien, que no faltan en la zona, y recreando la vista con ese aspecto tan peculiar que tiene, con sus fuentes antiguas, en las que has de agacharte para recoger el agua en la palma de tu mano.

Ricones que fotografiar. Un verdadero placer para los sentidos. La zona te procura paisajes maravillosos.

Potes es una muy antigua villa de piedras oscuras apretada por edificios de distintas épocas que le han ido creciendo alrededor sin demasiado cuidado, sin embargo cuando luego de aparcar el coche te adentras en el casco viejo de la ciudad le descubres rincones maravillosos y un encanto muy particular. Por empezar, la capital de la preciosa comarca de Liébana está ubicada en la confluencia de los ríos Quiviesa, Deva y Bullón, de ahí que andando por sus callejuelas empedradas escuches permanentemente el rumor del agua. Sus puentes de San Cayetano y de la Cárcel son una belleza, uno los cruza y siempre se queda asomado mirando el río correr entre las casonas hidalgas y edificios medievales. Las callecitas tortuosas del antiguo y popular barrio de la Solana son otro encantador sector de la ciudad donde perderse.

Potes es la capital de la comarca de Liébana, algo que se nota por la gran cantidad de buenos restaurantes, tiendas y hoteles que hay en este pequeño pueblo, de poco más de 1400 habitantes.

A pesar de su pequeño tamaño, podemos pasarnos tranquilamente medio día paseando por sus callejuelas de estilo medieval del casco histórico, de lo bonitas que son.

Durante la guerra civil fue destruido el centro de la villa, por lo que todas estas calles están reconstruidas, sorprendiendo aún más lo bien que lo hicieron.

Tampoco me perdería un paseo por la ribera del río, a la que se llega por diferentes calles, pasar sobre el puente de la Cárcel y de San Cayetano, así como entrar en la Torre del Infantado, desde donde hay unas grandes vistas al pueblo y al valle.

Potes es uno de mis pueblos preferidos de Cantabria. Lo tiene todo. Por un lado, es un pueblo con encanto, con calles empedradas y casas antiguas. Por otro, aún siendo un pueblo relativamente pequeño tiene mucha vida. Acércate a comprobarlo tomándote algo en alguna de las terrazas de la plaza del pueblo, bajo la atenta mirada de la Torre del Infantado. A todo esto, añadir que tiene un plus, y es que el tener los Picos de Europa de telón de fondo el entorno es único. Si además las cumbres de los Picos de Europa están nevadas el fondo es aún más bonito si cabe.

Desde el punto de vista gastronómico hay tres cosas imprescindibles que tienes que hacer allí.

A pesar de ser una localidad que esta metida en un valle , siempre hay algún punto alto estratégico desde donde poder conseguir unas estupendas vista de Potes .
Un cumulo de casas , que desde arriba parecen estar superpuestas en muchas ocasiones , acompañadas de una vegetacion que muchas veces parece artificial por el color verde intenso que tiene . Un autentico placer para los sentidos .