Un nombre muy bien puesto
En el subsuelo del Glaciarum te encuentras con el Polar Bar “Branca” según puedes leer en el cartel que lo identifica sobre la arcada de su ingreso al que además te da paso un gran oso blanco.
El lugar está íntegramente construido en hielo, el sólo mirarlo te congela, y mantienen una temperatura de 10º bajo cero para poder conservar el lugar en ese estado de congelamiento, de hecho todo el que está allí ingresa con su capa, calzado y guantes apropiados para el frío que hace dentro.
El barman atiende con la cara cubierta con un pañuelo doblado como un triángulo que le cubre desde la nariz hacia el cuello para filtrar el frío y poder ver lo que hace, dado que la capucha que usan los demás a él particularmente no le sería útil porque le impediría realizar su trabajo. La entrada que se abona para conocer y recorrer todo el lugar incluye el consumo de todo tipo de bebidas, sean estas blancas, licores, tragos y bebidas sin alcohol.