Una plaza Quiteña
Hay imágenes que no se olvidan, esta es mi plaza preferida de Quito, más bonita que la plaza grande.
Tanto por el día como por la noche se respira un aire especial en esta plaza, la gente deambula de un lado para otro con la lentitud y la tranquilidad que tienen las gentes que viven en países donde la altura no te permite demasiadas carreras.
El monasterio se visita y contiene un museo franciscano.