Un paraíso a pocos kilómetros del turismo
La reserva de Sian Ka´an, termina en el pueblo pesquero de Punta Allen. Concurrida en invierno por norteamericanos que van a practicar la pesca de altura, el resto del año está olvidada. Incluso la carretera se deteriora demasiado.
Sin embargo es un lugar increíble para disfrutar de bellísimas playas kilométricas y de la fauna marina (delfines, tortugas..) que se ven con un simple paseo en barca.
Para comer: langosta por todos lados. Eso si, congelada. Hay tan poco turismo que no se atreven a mantener el pescado fresco, a menos que lo reserves y te lo traigan...directamente de la barca.