Una de las playas más bellas del mundo
Inevitablemente, lo queramos o no, esta preciosa joya marina, hecha de polvo de perla, turquesa y esmeralda, aparece ante nosotros al descender una de las colinas que conforman la Gran Ruta de la Costa del Parque Natural de Abel Tasman.
DesDe arriba ya impresiona por el color de sus aguas, fina arena y la frondosa vegetación que toca el agua. Sabedor de ello, el departamento de Conservación habilitó una de los recodos del camino como minúsculo mirador, que lo que hace es prepararnos para el espectáculo de Torrent Bay.
Ese mismo camino convierte su tierra y sus piedras de mármol en dorada arena según toca la playa. Nuestros ojos van de un lado a otro, hipnotizado por la belleza del lugar y envidiosos por los afortunados poseedores de algunas casas que se ocultan tras unos árboles.