un pequeño paraiso cantabro
Preciosos paisajes, arena fina, temperatura ideal y agua fría, ¿qué más puede desear uno en sus vacaciones?
Esta playa me ha dejado marcado. Ya cuando llegábamos a ella en coche, a lo lejos, fui divisando lo que nos esperaba. Y ojo, es una playa que disfrutarás por igual por el día y por el atardecer, momento en el que baja la marea y comienzan los inmensos paseos o, en nuestro caso, el partido de fútbol americano, jeje...
Tienes dos posibilidades para comer, un chiringuito nada más salir de la misma, y un restaurante en una colina que domina la playa (se llama "La Isla del Tesoro"), con unas vistas espectaculares.