Josep Vila Gual
En plena Toscana, el tiempo y la luz
Llegamos a media tarde de un hermoso día de Mayo. El astro rey empezaba su declive y, con él, la luz dorada tornaba los paisajes y las faces más hermosas. El pueblo en sí, no tiene desperdicio: sus angostas y vetustas callejuelas, sus vicolos, sus flores engalanando las fachadas, varios bares para degustar vinos toscanos y saciar el hambre de media tarde con unos 'panini' increíblemente buenos. Paredes de terracota, barrio judío bien conservado, casas colgadas en la roca,.... Pero lo más espectacular, el juego de luces que esa población atrae por su ubicación.
Visita obligatoria en el recorrido por la Toscana, aunque no figure en muchas guías.
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