La plaza del sol, al pie de la pirámide del mismo nombre, era una zona muy importante en la ciudad de Teotihuacan. De hecho, este lugar era el lugar de sacrificio al Dios Sol, que necesitaba sangre para volver cada día según las creencias aztecas. Este lugar, junto al de la luna, eran los lugares más importantes de adoración momento. En testimonio están las muchas excavaciones que tuvieron lugar alrededor de la pirámide del sol.
Es un imponente monumento ubicado dentro de la zona arqueológica de Teotihuacán, que se eleva a 63 metros; fue construida del 1 a 150 d.C. Y se piensa que tenía una gran relevancia religiosa.
En la cúspide había un templo; ahora tan sólo queda una plataforma cuadrada de superficie un tanto irregular. Antiguamente, estaba toda pintada.
Es impresionante poder subir hasta la cúspide y desde allí admirar el paisaje y la Pirámide de la Luna.
Cuesta trabajo subir y llegar a la cima pero de enorme satisfacción cuando llegas y puedes admirar todo a su alrededor. Súper recomendado.
Mientras hacía el recorrido, aprendí que los escalones tienen una huella mínima debido a la manera en que subían la pirámide, subían de lado por respeto a Dios.
Maravillosa ciudad, desgraciadamente no esta considerada maravilla del mundo debido a que fue dinamitada casi por completo por orden de Porfirio Diaz. Actualmente esta reconstruida casi por competo, solo la parte inferior es original. El motivo de tal barbarie fue conseguir tener las excavaciones terminadas para la celebración del centenario de la independencia.
Te llena de paz y te sientes realizado al pisar esta tierra, este yacimiento piramidal.
Es todo un placer subir a la cima y contemplar toda una ciudad maya.
Además es de agradecer la barandilla para aquellos que sufrimos vértigo
