Un pueblo pegado a la montaña
El pueblo de Peyre, en el departamento del Aveyron del Midi-Pyrénées, está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de Francia.
Se trata de una pequeña población en la falda de la montaña, y a los pies del río que cruza el valle.
Destaca la iglesia excavada en la misma roca, y otras edificaciones que también han sido construidas pegadas a la misma roca de la montaña.
Otro de los atractivos del pueblo es la panorámica que tiene del viaducto de Millau, el puente que cruza todo el valle.