Hay que verlo
Lo que hoy en día es un fantástico y original bar al que tienes que ir sin duda antiguamente era un prostíbulo de marineros. La entrada al bar es por la genial calle con suelo rosa, al principio te dará un poco de reparo entrar ya que parece que esta un poco escondido y oscuro, ¡pero NO lo dudes!
Sube por las escaleras llenas de pintadas de mujeres y antes de ir a tomar algo cotillea el local entero. Una barra de baile, una biblioteca monísima donde encontrar libros eróticos, una mesa para tomar algo en lo que antes era un lugar para leer el tarot. Un escenario donde hacen espectáculos pero que no tuvimos la suerte de ver. Visita el cuarto de baño aunque no tengas ganas y cotillea, ¡también veras lo que hay!
Los precios son distintos de día que de noche, nosotros fuimos de noche y creo que es lo mejor pero para gustos.... los colores.