La antesala al Paraiso
Abandonamos el Mexuar, expectantes por lo siguiente con lo que nos sorprenderá la visita. Hasta el momento las expectativas se van cumpliendo. Me tomo mi tiempo antes de acceder a la siguiente sala, a la siguiente sorpresa...
Si visitas la Alhambra, éste es el mejor consejo: tómate tu tiempo, olvídate del resto de los visitantes, sigo el ritmo cadencioso del agua que fluye por cualquier rincón y disfruta de todos los detalles, aunque parezcan impercepctibles como: el olor de los arrayanes, el sonido del agua, el contraste de luces...
El Patio dorado es pequeño en comparación con el resto de los del conjunto del Palacio Real, para el visitante actual es como una parada, como la antesala a todo lo que espera después. Me imagino como se deberían sentir los visitantes que llegaban al Palacio y les hacían pasar por este pequeño lugar antes de la audiencia ante el sultán.