ANADEL
Un derroche para el paladar y la vista
No tiene pérdida, la tenéis en la calle larga que desemboca por la parte de atrás de la iglesia del Consuelo en la vieja Altea.
Elaboran bombones, helados y pasteles, con un increíble buen hacer y exquisito gusto.
Una visita imprescindible para los que recalan en esta bella localidad alicantina.
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