Entre gigantes y curvas placeres visuales
Habiendo llegado al puerto de Fionnphort años atrás por la ruta tradicional, decidimos tomar una ruta más larga pero recomendada como más escénica, bordeando la costa más Oeste de Mull, por una carretera angosta y junto a unos acantilados gigantescos, resultado: unas vistas y paisajes de escándalo. Una maravilla poco transitada.
Inicialmente no tiene perdida, ya que debemos seguir en todo momento la carretera B8035 hasta llegar al final. Posible pega, lo que por la otra ruta hacemos en una hora, en esta serán como dos ya que la carretera a veces parece estrecha para un solo vehículo, lo que hace que se tema por ver un autobús o camión de frente, pero con varias zonas de paso donde saludar a los otros conductores. Y de rectas nada, pocas carreteras he visto más retorcida que estas. Eso si, merece la pena parar cada kilómetro para contemplar como la carretera se hace diminuta (y nosotros claro) al pasar tan cerca del mar, con vistas a otras zonas de las islas e incluso a otras islas (Coll y Tiree) y junto a gigantescas paredes de piedra que nos dan la impresión de que el cielo se cae sobre nosotros.
