Beatriz Zaera Hierro
Uno de los lugares más bonitos de Tesalónica.
Es un paseo sin ninguna barandilla ni nada similar, lo que hace que la sensación de amplitud sea mucho más grande que en cualquier paseo marítimo común. Empieza en el puerto y caminando por el se pueden encontrar un montón de puestos de comida (las mazorcas están buenísimas), barcos turísticos (que se convierten en discoteca por las noches) y la estatua de Alejandro Magno. Merece la pena sentarse en una de las terrazas y ver el atardecer.