excelente productos gallegos
Este pequeño rincón desde la carretera parece una tasca cualquiera y una vez dentro el comedor no es un alarde de la decoración, es un comedor simple de estilo castellano con vistas a la cocina, pero con un ambiente familiar muy agradable.
En esta ocasión abrimos el menú con unas navajas a la plancha frescas y un sabor exquisito eso si la ración era poco generosa 10 navajitas. Continuamos con unos pimientos de piquillo rellenos de centollo, una cazuelita de barro caliente con 4 pimientitos y relleno a reventar, riquísimos os aseguro que relambimos la cazuela con el excelente pan de centeno que te ponen. De plato fuerte pedimos un chuleton de buey de 1,4g que sirven semicrudo en una fuente de barro caliente para que se siga haciendo amedida q lo vas comiendo, muy bueno, además acompañado de unas patatitas fritas caseras que estaban extraordinariamente ricas de primerísima calidad. todo esto regadito con un normalito pero resulton barrantes.