Parque Jingshan

Era mi segundo día en Beijing, desde las ocho que andaba embutido entre turistas con gorra roja y guía con micrófono y paraguas rojo, falsos guías, una audioguía en mi lóbulo derecho que se encendía cada vez que cruzaba una línia histórica de interés nacional: Templo, palacio, templete, palacete; ya al final del recorrido decidí que no le iba a hacer caso. Una mañana en la Ciudad Prohibida.
Salí por la Puerta Norte cerca de mi hotel, crucé la Gran Avenida y al otro lado me esperaba algo totalmente diferente. Un remanso de paz. Como en todos los parques de la ciudad pagas entrada para acceder a ellos, 20 yuan, unos 20 céntimos de euro.

También conocido como Colina del Carbón, su puerta se encuentra en la parte sur de la gran Ciudad Prohibida, fuera de las murallas y de la fosa.

Para poder disfrutar de las vistas del parque, debes subir hasta el templo budista que hay en la parte de arriba, no más de 5-10 minutos de subida que para los que no estén en forma se les podrá hacer un poco más largo.

Su traducción al castellano es Colina de la Perspectiva, y nada más lejos de la realidad. Es el mejor punto para poder ver la Ciudad Prohibida desde lo más alto.

Mide unos sorprendentes 230.000 metros cuadrados, en su creación se trataba de un parque imperial y hoy por hoy es un jardín público cuya entrada cuesta unos 20 yuanes (algo menos de 3 euros).

Posiblemente las vistas más impresionantes de todo Pekín se pueden ver desde la colina de este parque situado al norte de la Ciudad Prohibida, una de las zonas más visitadas de la capital de China.

Los jardines del mismo nombre, que la rodean por completo, son un lugar ideal para descansar después de la visita a la Ciudad Prohibida, que os aseguro que os dejará exhaustos.

En realidad la colina Jingshan no es un accidente geográfico natural, ya que se creó con la tierra excavada durante la construcción del foso que rodea la Ciudad Prohibida.

Según la leyenda china esta colina protege al palacio imperial de los malos espíritus y de las tormentas de polvo procedentes del norte, que sobre todo en primavera azotan de forma frecuente la ciudad.

El Parque Jingshan (también conocido como Colina de Carbón) se encuentra frente a la salida de la Ciudad Prohibida. El parque formaba parte de la Ciudad Prohibida hasta principios de 1900, cuando se derribaron las paredes y se abrió una carretera, destruyendo varias puertas y edificios entre el parque y la entrada trasera del palacio.

Esenciales y consejos de viaje

Al norte del Palacio Imperial, el lugar ocupado por el Parque Jingshan era un parque privado reservado al emperador en la dinastía Yuan (1279-1368). Durante la dinastía Ming (1368-1644), se erigió una colina artificial con cinco picos, utilizando tierra de cuando el foso del Palacio Imperial fue excavado. Un pabellón fue erigido en cada pico y en ellos cinco Budas de bronce recibieron un lugar destacado; cuatro de esas estatuas fueron removidas por las tropas de la Fuerza Expedicionaria Aliada cuando llegaron a Beijing para aliviar el Cerco a las Legaciones en 1900. El Parque Jingshan fue abierto al público en 1928.