Parque público a la orilla del río.
Después de una inversión de más de dos millones de dólares financiada por la Unión Europea, el Parque Copiilor Ion Crenga reabrió sus puertas tras años de abandono en la ciudad rumana de Timisoara. Se trata de uno de los paseos naturales más agradables de la ciudad, ya que se ubica justo a un costado del Río Bega, que deriva del Tiza y transcurre por buena parte del territorio de Rumanía y unos 70 kilómetros de Serbia.
Después de la reinauguración del sitio, los locales volvieron a acudir al lugar, que durante el tiempo de abandono se hizo famoso por su inseguridad y falta de iluminación. Para quien lleva algún tiempo viajando por países como Rumanía o Bulgaria, este es uno de los ejemplos más claros de cómo el desarrollo de la infraestructura va mejorando rápidamente en estos países.