De fortaleza a parador
Sus orígenes musulmanes, íberos e incluso romanos, otorgan a este castillo un linaje del que pocas fortalezas españolas pueden presumir, ya que en el montículo donde se asienta ya hubo población en el siglo I a.c. según atestiguan las excavaciones realizadas en los cimientos del castillo.
Tanto íberos, como romanos y musulmanes eran grandes estrategas y gustaban de levantar fortalezas o pequeños cuarteles en lugares elevados para mantener una vigilancia constante de los enemigos potenciales de sus asentamientos. Es por eso que desde siempre la roca donde se levanta el castillo ha estado siempre habitado por el hombre.