Parador de Alarcón

Este parador es un antiguo castillo. Es más pequeño que otros paradores, pero en eso reside su encanto, aunque, sin duda alguna, lo que más enamora de este parador es su arquitectura y su enclave mágico. El monumental municipio de Alarcón otorga a este lugar un halo de misterio y leyenda, que hará que, cuando vayamos a entrar en la villa, nos reciba el majestuoso parador como si de un centilena eterno se tratase.

La vista frontal del castillo es tan majestuosa que nos hará sentir pequeños al llegar. El patio interior, en el que encontraremos la terraza, nos dará acceso a la recepción (o las habitaciones del torreón), el bar o a las habitaciones estándar.

Su restaurante es espectacular tanto por su decoración como por sus platos, exquisita comida manchega y una atención impecable.

Por sus únicamente 14 habitaciones es difícil reservar en este parador ya que la mayor parte del tiempo esta completo, y es que, merece la pena pasar la noche en una de sus alcobas, todas ellas ellas diferentes y cada cual con su encanto. Las vistas desde las almenas del castillo son impresionantes y su restaurante es espectacular tanto por su decoración como por sus platos, exquisita comida manchega y una atención impecable.

Posee sólo 14 habitaciones y es de los Paradores en los que más difícil resulta encontrar una habitación, ya que el enclave es único y el sitio de cuento.

Os recomiendo consultar sobre las características de la misma antes de reservar, ya que un castillo no permite que todas sus estancias tengan las mismas comodidades. La decoración moderna en muchos de los detalles es de agradecer.

Yo, como fan incondicional de los paradores de la red, siempre los recomiendo.

Apartamento emplazado en un castillo del siglo VIII, recientemente restaurado conservando el encanto de la construcción original, pero con las comodidades de una moderna vivienda. En su Restaurante se puede degustar la cocina conquense con asado de cordero lechal y morteruelo, así como la afamada repostería de la zona.

Ideal coger la visita guiada para conocer este pedazo de historia.

Como ocurre en demasiadas ocasiones, con las reformas se pierde gran parte del encanto interior.

Por fin conseguimos habitación, porque dado su diminuto tamaño es muy difícil. El entorno y las vistas son maravillosos y las habitaciones, todas son distintas. Hablando de nuestra habitación, era muy acogedora y confortable, una maravilla y el comedor encantador.

El Parador en su enclave, los alrededores, el ambiente que emana de sus rincones lo hacen muy especial. Parada obligatoria.

En apenas 2 horas desde Madrid a Valencia puedes trasladarte a un bello castillo medieval para dormir, comer, pasear, soñar.