Pantano de Yesa

Es un lugar que cada día del año es totalmente distinto, especialmente cuando el nivel de las aguas llega por debajo del 25 % de su capacidad, entonces se pueden tomar baños termales y de barro. Esto hace que cantidad de malestares dejen de serlo.
Es visitado por mucha mas gentes de lo que había podido pensar, tanto niños, como jovenes, así como de edades avanzadas y familias al completo.
Es un lugar libre donde se puede estar vestido, en bañador, desnudo, es totalmente libre en ese aspecto.
Lo mas negativo, es que con el recrecimiento de la presa, desaparecerá para siempre y no podrá volver a ser visitado por nadie, pues desaparecerá para siempre.

A la vuelta del Monasterio de Leyre nos encontramos con este fabuloso y enorme embalse, es impresionante las dimensiones que tiene y los bonitos colores que desprende. No pudimos acercarnos más porque estaba cortado el acceso por carretera, por obras, así que tuvimos que conformarnos con verlo desde la explanada de tierra removida y llena de excavadoras. Luego nos contaron que también se le conoce como el Mar de los Pirineos, por su espectacularidad.

Este pantano tiene la peculiaridad de mostrar sus aguas con un color turquesa vivo, que le da más belleza si cabe al entorno en donde se encuentra. Lástima que este verano (2012) estuviera bajo sequía y no se podía observar en su total esplendor.

No queda más que aceptarlo, pero en la zona la inmensa mayoría de la población está en contra de su re crecimiento. No al re crecimiento del pantano de Yesa. Por preservar su entorno y su biodiversidad.