Panaderia Manuel Vidal

En nuestra ruta de otoño por Chinchón, visitamos esta típica y pintoresca panadería, situada en los soportales de la Plaza Mayor.

Allí, y sin preguntar, su dependienta nos informó de las “obras de arte” panificadas y su simbología, de todas las que exponía en su tienda: Los panes de la suerte, los bollos con huevo para comer las parejas inseparables, las tetas de novicia con sabor al anís de Chinchón, las pelotas del fraile, las monas de páscua o las rosquillas de Santa Clara.

Sin duda, un lugar donde fabrican un buen pan, con arte, cariño y filosofía.

No podíamos irnos de Chichón sin probar alguno de sus apetitosos dulces. Elegimos una panadería en plena Plaza Mayor que nos sorprende por los variados tipos de pan que ofrece, candeal artesano, flama, de régimen, chapatas, gallegos... y sobre todo por las artísticas formas de algunos de ellos, incluídos los escudos de equipos de fútbol, todos a cual más apetitoso.
Este establecimieto se abrió en 1951 y desde entonces siguen elaborando sus productos de manera tradicional. No pudimos resistirnos a su bollería y compramos tortas de anís, con chicharrones, hornazo y pastas de anís, que parece ser el dulce típico.

Estuvimos ayer en Chinchón después de 30 años
Se nos ocurrió entrar en esta panadería y salí bastante decepcionada. La dependienta, una señora mayor, debería quedarse en su casa, es una señora muy desagradable que te atiende de forma despreciable

Curiosa por sus diferentes formas de hacer el pan y de diferentes tipos, te atiende una señora muy simpática.