El Palacio del Presidente
Lo que no me gustó fue el lugar donde está situado, en pleno cruce de las principales vías de la ciudad nueva.
Pero claro, basta acercarse un poco para disfrutar del encanto de este palacete que parace salido de un cuento y que fue centro de la vida cultural de la ciudad.
Este palacio de verano, de estilo rococó, fue construido en 1760 para el Presidente de la Cámara Real Húngara y Consejero de la Emperatriz María Teresa, el Conde Anton Grassalkovich, y hoy es la residencia oficial del Presidente de la República Eslovaca.
El edificio no está abierto al público, así que desde detrás de las rejas podemos ver, a horas determinadas el cambio de guardia, o bordeandolas acercarnos al jardín público que está detrás donde se encuentra la “Alameda de los presidentes”, que es dónde todo presidente extranjero, de visita oficial a Eslovaquia, planta un pequeño roble.